Foto: AFP.
La Senadora Claudia López calificó como “necesaria aunque tardía” la renuncia del comandante de la Policía, General Rodolfo Palomino, pero recalcó que no es suficiente para saldar la crisis institucional que atraviesa esa fuerza.
Así mismo, recordó que desde hace casi tres años está pidiendo reformas de fondo en la estructura de la policía y la salida de su comandante por connivencia con las estructuras aliadas con la mafia en regiones como La Guajira.
«Nuestra investigación sobre los nexos entre crimen e institucionalidad en La Guajira comenzó por Kiko Gómez. Esos hallazgos nos condujeron al cartel de gasolina, a la Policía de Carreteras y al encubrimiento de Palomino» explicó la congresista.
En efecto, desde el 15 de octubre de 2013, cuando el CTI capturó a Kiko Gómez, entonces gobernador de La Guajira, López exigió al presidente Santos acciones contundentes para romper los vínculos de esa banda criminal con miembros de la Policía en esa región del país.
“Exijo públicamente al presidente Juan Manuel Santos que como jefe de la Policía la depure. Su inacción y silencio es cómplice de criminalidad en La Guajira y el Cesar”, expresó entonces a través de Twitter.
“No hay esquema de seguridad que valga mientras desde del gobierno nacional le sigan dando amparo, mermelada y clientelismo a la gente de Kiko Gómez en la Guajira y la policía siga aliada con varios de esos miembros”, señaló López en ese momento a la cadena La FM a raíz de amenazas contra su vida que la obligaron a abandonar el país.
El entonces comandante de la Policía anunció en La W una demanda en contra de López por “difamación”. Sin embargo, esta nunca fue presentada.
Una vez López llegó al senado, continúo con la labor de control político sobre las acciones oscuras que se denunciaron contra Palomino y que el miércoles precipitaron su salida del cargo.
Durante un debate en la Comisión I de la Cámara López lo increpó por su poca voluntad para investigar a los miembros de la institución que, según ella, ayudaron a ‘Marquitos’ Figueroa – aliado de Gómez- a mantenerse en la clandestinidad, como los entonces comandantes de Policía de La Guajira y César, coroneles Elber Velasco y Juan Pablo Guerrero, respectivamente.
En el debate, Claudia López expresó: “he arriesgado mi vida, denunciando con nombre propio, por ejemplo, a quien era su protegido como comandante de la Policía en César, ¿y qué hizo usted? ¿Juzgarlo? ¿Investigarlo? No, trasladarlo como premio” cuestionó entonces.
Hoy, cuando finalmente el cuestionado general dimite, López reiteró que más allá de un cambio en la cúpula de ese organismo se requiere aumentar los controles internos y externos para que las graves denuncias que rodean la institución no queden sepultadas bajo el amiguismo y la obstrucción a la justicia que caracterizaron el período Palomino.
López abogó porque las investigaciones aclaren la hipotesis del gobierno según la cual las denuncias contra Palomino hacen parte de un complot y juego sucio entre bandos dentro de la oficialidad de la Policia, enfrentados por negocios ilegales.
«De quién y por qué es la respuesta que el gobierno nos debe porque parece que muchos vinculos con la ilegalidad siguen latentes más allá de la salida de Palomino» señaló y recordó que esta semana se conoció de la captura de una banda de policías dedicados al tráfico ilegal de gasolina en Bogotá.