El editor general del periódico antioqueño El Colombiano, Luis Fernando Ospina, le encargó especialmente a la investigadora y analista política Claudia López en julio del año 2007, un artículo sobre el fenómeno de la Parapolítica y su expansión en el departamento de Antioquia. Para ese año Claudia junto a la Corporación Nuevo Arco Iris habían destapado el escándalo más grande de los nexos de la política colombiana con los grupos y actores ilegales, para hacerse al poder legislativo en el país en las elecciones del Congreso de la República. Estas investigaciones le sirvieron de base a la Fiscalía y a la Corte Suprema de Justicia para llamar a más de 40 congresistas a responder por sus vínculos con el paramilitarismo en varias regiones del país, juzgarlos y condenarlos.
El Colombiano vetó la publicación del artículo de Claudia López, sin darle ninguna respuesta oficial, y por el contrario al año siguiente en marzo del 2008, desvirtuó el trabajo de de la investigadora con una Editorial titulada “Malquerencias de Claudia López” donde a su juicio el trabajo realizado tenía deficiencias metodológicas.
La pelea de Luis Alfredo Ramos con Claudia López llegó a los tribunales de Medellín. Ramos interpuso en el 2008 una demanda contra la investigadora por injuria y calumnia. En el reparto del caso, el fiscal asignado fue Guillermo León Valencia Cossio, quien está hoy detenido por sus vínculos con los paramilitares.
Este es el artículo vetado por el diario El Colombiano en el 2007.
La ruta de la expansión paramilitar y la transformación electoral en Antioquia
Por Claudia López
Septiembre de 2007
Habiendo ensayado el modelo en Urabá, la gran expansión paramilitar se inició desde allí a mediados de los 90. Pasó por Occidente, llegó al Valle de Aburra, se dividió hacía el Suroeste y el Oriente, subió al Bajo Cauca y se reencontró con el Magdalena Medio y el Nordeste, donde tenía sus raíces. Consolidar esa especie de ganzúa territorial supuso conquistar tres victorias. Primero la militar que consistía en desarrollar una eficacia criminal y de terror que abriera el paso. Segundo la territorial que consistía en arrebatar territorios al enemigo; las FARC, el ELN y después al que se atravesara, incluyendo sus antiguos aliados. Y tercero la política que consistía en asegurar que partidos y políticos afines a la causa consolidaran poder político y electoral que facilitara y protegiera lo que la trayectoria iba logrando.
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Crédito: Tomado de http://www.las2orillas.co/