Foto: César Romero.
El 9 de marzo se cumplieron 25 años del acuerdo de paz con la guerrilla de M-19. En el marco de las celebraciones de ese hecho histórico, el senador de la Alianza Verde, Antonio Navarro Wolff, recogió en un documento 15 lecciones que no podemos desdeñar si queremos construir una paz estable y duradera.
De hecho, una de las prioridades de la Bancada de la Alianza Verde es incorporar en el Plan Nacional de Desarrollo una perspectiva del posconflicto que no consiste «sólo en desmovilizar a los grupos armados ilegales, sino reemplazarlos con instituciones públicas. Es decir, construir y consolidar ciudadanía, Estado y mercado institucionalizado y moderno en las regiones más afectadas por el conflicto», como explica la senadora Claudia López.
Navarro resaltó como experiencia del proceso en el que participó que «lo más efectivo en la reinserción es la educación. Fue el programa que mejor funcionó» conceptuó. Casi todos los desmovilizados en ese proceso
López, por su parte ha reconocido que el Estado colombiano ha acumulado experiencia y conocimiento a lo largo de 10 procesos de paz en los últimos 30 años . De hecho, de acuerdo con cifras de la Agencia Colombia para la Reintegración (ACR), hoy el Estado ya atiende a 9.031 hombres alzados en armas desmovilizados, con relativo éxito.
Con base en referencias de otros procesos en el mundo, por cada hombre en armas, hay entre 2 y 5 personas que hacen parte de las redes de apoyo. Eso indicaría, que en un escenario exitoso de negociación con la guerrilla, podemos estar hablando de 54.192 potenciales desmovilizados (43.200 de las FARC).
Este proceso dura aproximadamente 8 años y podría costar en los próximos 8 años hasta $2.946.514 millones.
Muchas de estas personas tendrán que responder ante la justicia antes de reintegrarse a la sociedad y para ello Navarro y López han insistido en «mecanismos de justicia transicional para todos por igual». Según Navarro Wolff, «militares presos y exguerrilleros libres es una situación insostenible»
Los congresistas de la Alianza Verde coinciden en que «la paz negociada no resuelve todos los problemas de la sociedad» pero es «la oportunidad para resolver esos problemas sin recurrir a la violencia»
Sin un plan serio de posconflicto para superar la dinámica que ha permitido y reproducido la sucesión de grupos armados ilegales en los territorios y Colombia seguirá padeciendo la violencia.
Estas son las 15 lecciones sobre la paz de Antonio Navarro
1. Hay que negociar la paz. La continuidad del alzamiento en armas y la prolongación del conflicto armado, «es una equivocación». «Eso lo entendimos hace 25 años y la historia nos ha dado la razón», dijo Navarro.
2. El perdón y la reconciliación son posibles. Ejemplos, para Navarro, sobran. Desde la reconciliación de Álvaro Gómez Hurtado con el M-19, hasta la voluntad de paz de las hijas de Carlos Pizarro, asesinado tras su desmovilización.
3. Los guerrilleros deben continuar organizados. Tras la desmovilización, los combatientes deben organizarse haciendo política, pues disolver los lazos que los unen harían que cayeran en la delincuencia común, pues muchos no saben usar más que las armas.
4. Lo más efectivo en la reinserción es la educación.»Hoy todos los antiguos guerrilleros del M-19 son bachilleres y, algunos, profesionales. Fue el programa que mejor funcionó en la reinserción», indicó el senador.
5. Debe haber presencia integral del Estado. Para que la paz pueda consolidarse es necesario que el Estado llene los vacíos en los territorios de los reinsertados, para que estos no sean llenados por nuevos grupos delincuenciales.
6. Solución jurídica para todos. Para Navarro, «militares presos y exguerrilleros libres es una situación insostenible» y por eso los mecanismos de justicia transicional deben aplicarse para todos por igual.
7. Castigos severos no implican, automáticamente, menor reincidencia. «Paramilitares presos en Estados Unidos, han tenido castigos severos y muchos de sus subalternos reincidieron en las Bacrim. En cambio, guerrilleros libres en los 90 han sido acompañados de bajísima reincidencia. El asunto es más complejo que la fórmula simplista de duros castigos», explica Navarro.
8. Empleo para los reinsertados. Debe garantizarse trabajo para quienes dejen las armas, no solo por la posibilidad de reincidencia, sino porque, sin el capital o el apoyo necesarios, los proyectos productivos terminarán fracasando. «Quienes consigien empleo les va mejor».
9. Incorporar desmovilizados a los cuerpos de seguridad es posible. En su momento, desmovilizados del M-19 se incorporaron al DAS con muy buenos resultados. Lo mismo podría hacerse con nuevos desmovilizados en otros cuerpos de seguridad.
10. Las dificultades más graves se presentarán en el posconflicto. «La muerte de Carlos Pizarro 46 días después de firmar la paz, pero el M-19 mantuvo su palabra», dijo Navarro al señalar que, sin importar las dificultades, estas deben superarse en aras de mantener la paz.
11. Una paz negociada es imposible sin generosidad. Tanto el Estado como la sociedad deben entender que no se negocia con los derrotados, sino con quienes no pueden conseguir la victoria.
12. La paz negociada no resuelve todos los problemas de la sociedad. Para Navarro, lo que se busca es la oportunidad para resolver esos problemas sin recurrir a la violencia, pero la firma de la paz no significa solución automática a los problemas.
13. Cada momento histórico es distinto. No es igual el país de los 90 que el actual. Son realidades distintas y por tanto, la paz negociada debe ser distinta y tener alcances distintos.
14. La firma de la paz no implica el inicio de nuevas violencias.Si bien la década de los 90 fue una de las más violentas de Colombia, coincidiendo en que se dio después de la firma con el M-19, una cosa no tuvo que ver con la otra, pues fueron sucesos paralelos.
15. Hay que ganarse el corazón de la opinión pública. Si los guerrilleros no se ganan el respaldo de la sociedad, la paz negociada y su papel en el posconflicto no perdurará. La opinión nacional debe respaldar los movimientos que surjan después de la paz.