En la más reciente medición de igualdad de género Colombia no quedó muy bien. Aparentemente el país sigue siendo machista pues en ese ranking pasó del puesto 37 al 53. Sin embargo, ese fenómeno no se vive en el Congreso. Allá las mujeres pueden no ser muchas pero son machas. Aunque son apenas alrededor del 20 por ciento del Congreso, están mandando la parada. Desde 1998, año en que la cuota femenina en el Congreso batió récord y fueron elegidas figuras como Íngrid Betancourt y María Isabel Rueda, el poder femenino no se sentía con tanta fuerza como ahora. Este año fueron elegidas 23 senadoras y 33 representantes que están dando la pelea no solo por una agenda de género, sino en algunos casos, por poner contra las cuerdas al gobierno. Ellas son las voceras de sus partidos, las que ponen la firma en los proyectos y lideran los debates más candentes. Más que en el pasado, el sexo femenino está marcando la agenda en el Capitolio.
Como en el Congreso hay en la actualidad 56 mujeres, por cuestiones de espacio es imposible hacer un balance de la gestión de cada una de ellas. Por eso en este artículo se mencionarán algunas pero no todas buscando un equilibrio entre representación política y desempeño individual. Para la opinión pública las tres más notorias son Claudia López, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal. Las tres se han convertido en estrellas mediáticas por no tragar entero. Claudia López, en nombre de la Alianza Verde, se ha convertido en la fiscalizadora más respetada del gobierno. Apasionada, elocuente y contestataria se ha lucido en todas las controversias en que se ha metido, que no han sido pocas. Se le fue la mano al insultar al expresidente Uribe como “sanguijuela de alcantarilla”, pero tuvo el valor de reconocer su error y ofrecer disculpas.
Desde la comisión primera, López defendió la eliminación de la reelección e introdujo el tema del tribunal de aforados como un cuerpo independiente que juzgue en derecho a los altos cargos del Estado. Aunque perdió la pelea en plenaria del Senado, acusó al fiscal Eduardo Montealegre de atemorizar al Congreso para blindarse de un juicio penal y sentó una posición en el Legislativo. Junto a Paloma Valencia, Sofía Gaviria y Viviane Morales, logró la aprobación en segundo debate de las listas cremallera, que establecen que estas tendrán que ser conformadas con una representación paritaria (50 por ciento) entre hombres y mujeres. Según Angélica Latorre, investigadora del programa Congreso Visible de la Universidad de los Andes, esta fórmula “asegura la presencia de mujeres en los primeros puestos de las listas de sus partidos, y en consecuencia, incrementa la probabilidad de las mismas de resultar elegidas”. Sin embargo, como la meta es muy ambiciosa se acordó que la ley solo entraría en vigencia hasta 2021.
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Crédito: Tomado de Semana.com