“En medio de un año de muchas tristezas fue un muy buen regalo de navidad. Es lo máximo para uno como atleta, es el mejor regalo”. Así se refirió Ubaldina Valoyes, la pesista bogotana, a la buena nueva que al cierre del 2020 le dio el Comité Olímpico Internacional (COI) que le concedió la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, tras la eliminación por dopaje de la rumana Roxana Daniela Cocos, quien fue la medalla de plata.
Por esta razón la pesista nacida en Chocó, pero consagrada como deportista en Bogotá, a donde llegó en 2005, pasó a ser oficialmente –por la fecha en que se consiguió el bronce-, la primera medalla de Bogotá en unos Juegos Olímpicos. Ese honor lo tenía el ciclista de BMX Carlos Alberto Ramírez, quien había ganado bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
“Claro, la verdad fue muy bonito y es una bendición pues es un logro que no todo atleta obtiene”, contó Ubaldina, mientras se alistaba para pasar el fin de año con su familia en Villavicencio (Meta).
Luego de recibir la notificación del COI, de su medalla de bronce en los 69 kilogramos, que le entregarían luego, Ubaldina fue exaltada por la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, con la Órden Civil al Mérito “Ciudad de Bogotá”, en el grado Policarpa Salavarrieta. Una distinción que compartió con Las Leonas, el equipo de fútbol de Santa Fe, que consiguió el título en la liga local.
“Uno de los propósitos de esta administración es conseguir que más y más mujeres se involucren en el deporte. El ejemplo de Ubaldina Valoyes y de las Leonas seguramente seguirá inspirando a nuestras niñas, adolescentes y jóvenes para que practiquen actividad física y se conviertan en deportistas del Equipo Bogotá”, indicó Blanca Durán, directora del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRD.
“Super orgullosa con esa distinción porque la recibí de una señora (la Alcaldesa) a la que he seguido desde hace mucho tiempo, a la que admiro porque es muy pujante y es la mejor representante de la mujer echada para adelante”, dijo la deportista y agregó que: “Voy a llevar esa distinción con el mayor orgullo”.
Acostumbrada a las altas temperaturas de su natal región, tras pasar por Antioquia, hace quince años, escogió el frío bogotano para buscar más y mejores oportunidades en el deporte: “Me decidí y me vine para Bogotá porque encontré el apoyo y respaldo de María Isabel Urrutia, porque en un comienzo, cuando llegué, no recibía ni un peso”, dijo.
Desde entonces, su carrera no paró de crecer y a su cuello llegaron medallas en cuanto certamen del ciclo olímpico participó. Sólo tenía pendiente una presea en las olimpiadas, el máximo sueño de todo deportista.
“Es una felicidad inmensa. Ahora sí me voy por la puerta grande”, dijo al enterarse de la noticia con la que cerraría oficialmente su fase competitiva para, a los 38 años, enfocarse únicamente en enseñar todo lo que aprendió en su laureada carrera. Ubaldina Valoyes, bogotana de corazón, es tecnóloga deportiva del SENA, y ya terminó el sexto semestre para ser profesional en deportes en la Fundación Universitaria del Área Andina.
Con la disciplina y la constancia que siempre ha cargado en sus hombros, transmitirá todas sus enseñanzas a unas nuevas generaciones, acostumbradas a la inmediatez que brinda la tecnología, y a las que les inculcará la paciencia y la entrega diarias para conseguir las metas a la largo plazo, pues en palabras de ella “las cosas no se consiguen de un día para otro, todo es un proceso, cargado de muchos obstáculos”, como los que tuvo que afrontar en 27 años de larga y prolífica carrera.
Ubaldina Valoyes, conocida en su mundo como la “Negra de la sonrisa”, la pesista que con mucho sacrificio se convirtió en la primera deportista bogotana en conseguir una medalla en unos Juegos Olímpicos.