En medio de la crisis que vive Venezuela, la música ha sido una de las manifestaciones humanas que se ha quedado sin hogar en ese país. Con el gobierno de Maduro muchos músicos venezolanos han tenido que buscar refugio en otros países y abandonar las orquestas y agrupaciones de las que eran parte, huyendo de persecuciones políticas. Ese es el caso de muchos de los músicos que hoy hacen parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil, un proyecto fundado por venezolanos exiliados en Bogotá que se fueron de su país con sus instrumentos debajo del brazo y con la esperanza de poder tocar dentro de otras fronteras. Hoy, el proyecto no sólo acoge a los músicos venezolanos sino también a músicos colombianos que se han quedado por fuera de la estricta selección de las orquestas profesionales del país.